Carbón vegetal (Biochar)

269,50  IVA Inc.

Carbón de origen vegetal, obtenido mediante pirólisis controlada de biomasa vegetal procedente de árboles no tratados, principalmente encinas. Producto 100 % natural y apto para agricultura ecológica.

  • Mejorar las características fisicoquímicas y estructura del suelo, facilitando la distribución de las raíces.
  • Reduce la compactación de suelos arcillosos aportando porosidad, lo cual también beneficia la actividad biológica en el suelo.
  • Actúa como regulador térmico del sistema radicular de las plantas, mejorando la resistencia a cambios de temperatura.
  • Incrementa la salud y fertilidad del suelo, a largo plazo, ya que su degradación genera humus en el suelo.
  • Recomendado para mejorar la calidad de sustratos y compost, fabricación de abono fermentado Bocashi y para la instalación de infiltradores de agua.
  • Aumenta el agua y los nutrientes disponibles para el cultivo

Disponible en formato de saca Big Bag de 1m³ (350Kg aprox.)

Hay existencias

Descripción

El Biochar es un recurso renovable con un elevado contenido de carbono orgánico estable y una estructura altamente porosa.

Gracias a estas cualidades, se convierte en un material extremadamente versátil, con aplicaciones en múltiples ámbitos: agricultura, jardinería y paisajismo, ganadería, tratamiento de aguas, así como en la recuperación y descontaminación de suelos.

Carbón vegetal (Biochar) tiene diversos usos, siendo uno de los principales en la agricultura y la horticultura. Al incorporarse al suelo, mejora significativamente sus características fisicoquímicas y estructurales.

USOS DEL BIOCHAR:

  • Mejorar las características fisicoquímicas y estructura del suelo, facilitando la distribución de las raíces.
  • Reduce la compactación de suelos arcillosos aportando porosidad, lo cual también beneficia la actividad biológica en el suelo.
  • Actúa como regulador térmico del sistema radicular de las plantas, mejorando la resistencia a cambios de temperatura.
  • Incrementa la salud y fertilidad del suelo, a largo plazo, ya que su degradación genera humus en el suelo.
  • Recomendado para mejorar la calidad de sustratos y compost, fabricación de abono fermentado Bocashi y para la instalación de infiltradores de agua.
  • Aumenta el agua y los nutrientes disponibles para el cultivo.

DOSIS Y MODO DE EMPLEO DEL BIOCHAR

Para hortícolas de invernadero:

La dosis por hectárea recomendada es de 3-4 toneladas (912m3) de carbón vegetal, en mezcla con 25 toneladas de estiércol o compost o humus de lombriz, etc., ya que favorece y facilita su aplicación evitando la producción de polvo, facilita la retención de nutrientes y mantiene equilibrada la relación C/N.  Aportar en la línea de plantación, mezclado con el suelo, a una profundidad de 15-20cm y realizar un riego abundante.

Para árboles frutales:

La dosis por árbol recomendada es de 3-4 litros de carbón vegetal, en mezcla con 25 litros de estiércol o compost o humus de lombriz, etc., ya que favorece y facilita su aplicación evitando la producción de polvo, facilita la retención de nutrientes y mantiene equilibrada la relación C/N.  Aportar en el fondo del hoyo o mezclado con el suelo a una profundidad de 1015cm y realizar un riego abundante.

Para macetas:

Aportar un 10-15% del volumen del contenedor con carbón vegetal, completarlo con sustrato y tierra y homogeneizar. Aplicar un riego abundante y realizar la siembra o trasplante.

Ficha técnica

Información adicional
Peso 400 kg
Dimensiones 100 × 100 × 100 cm
Envío y Entrega

ENVÍOS

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Biochar en agricultura: beneficios. Evidencia científica y aplicaciones prácticas

¿Qué es el Biochar?

biochar informacion

 

El biochar, también conocido como carbón vegetal agrícola, es un material carbonoso obtenido a partir de biomasa vegetal mediante pirólisis controlada. Su estructura altamente porosa lo convierte en un mejorador físico, químico y biológico del suelo. A diferencia del carbón vegetal tradicional, está diseñado específicamente para fines agrícolas, con aplicaciones que abarcan desde el aumento de la fertilidad hasta la mitigación del cambio climático.

Hoy en día, el biochar se reconoce como una de las tecnologías más prometedoras para la agricultura regenerativa, la captura de carbono y la transición hacia sistemas productivos más sostenibles.

Biochar como sumidero de carbono: captura de CO₂ a largo plazo

El biochar se ha posicionado como una de las estrategias más efectivas para la captura y almacenamiento de carbono a largo plazo:

Lehmann & Joseph (2015), en su artículo Biochar for Environmental Management, destacan el papel fundamental del biochar como herramienta para la mitigación del cambio climático gracias a su capacidad de secuestrar carbono de manera estable en los suelos.

  • Tras el proceso de pirólisis, entre el 50 % y el 70 % del carbono contenido en la biomasa original queda atrapado en la estructura del biochar.
    Este proceso transforma la materia orgánica en una forma mucho más resistente a la descomposición, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero.
  • Se estima que 1 tonelada de biochar puede inmovilizar hasta 2,5 toneladas de CO₂ equivalente. Este potencial convierte al biochar en una herramienta clave dentro de las estrategias globales de captura y almacenamiento de carbono.
  • Mientras que la materia orgánica fresca puede degradarse en cuestión de pocos años, el carbono contenido en el biochar tiene la capacidad de permanecer estable en el suelo durante siglos o incluso milenios. Esto lo convierte en una de las soluciones más efectivas para aumentar el carbono secuestrado en sistemas agrícolas y naturales.

Ejemplo agrícola:

Un viñedo mediterráneo que aplica 10 t/ha de biochar puede fijar hasta 20 t de CO₂, equivalente a neutralizar las emisiones anuales de 15–20 coches.

Ampliación científica:

Un análisis global estimó que, con una adopción masiva, el biochar podría reducir hasta 684 Tg de CO-equivalente por año, lo que representa cerca de un 8 % de las emisiones agrícolas globales. Esto lo convierte en un insumo clave para los programas de créditos de carbono y la economía circular.

Retención de agua y eficiencia hídrica en cultivos

El biochar actúa como un reservorio de agua en el suelo gracias a su estructura micro y nanoporo.

Jeffery et al. (2011), en su artículo Agriculture, Ecosystems & Environment, realizaron un meta-análisis de 51 ensayos llevados a cabo en distintos climas y tipos de suelo. Los resultados demostraron que el uso de biochar tiene un efecto significativo en la dinámica hídrica del suelo y en la productividad de los cultivos.

  • En suelos arenosos, la aplicación de biochar mejoró la retención de agua entre un 15 y un 20 %, lo que supone una ventaja crucial en sistemas agrícolas con baja capacidad de almacenamiento hídrico.
  • En suelos limosos y arcillosos, aunque el impacto fue más moderado, también se observaron efectos positivos que contribuyen a mejorar la disponibilidad de agua para las plantas.
  • En climas semiáridos los cultivos tratados con biochar obtuvieron un incremento promedio del 14 % en comparación con los sistemas de control. Este aumento estuvo directamente relacionado con la mayor retención y disponibilidad de agua en el suelo, lo que permitió a las plantas mantener un mejor estado fisiológico frente a condiciones de estrés hídrico.

Ejemplo agrícola:

En horticultura bajo riego por goteo, el uso de biochar permitió reducir un 25 % el consumo de agua manteniendo la productividad, gracias a la mezcla de biochar en el sustrato.

Ampliación científica:

  • En suelos de textura gruesa, el biochar tiene un impacto más notorio gracias a su capacidad de mejorar la retención de agua y la disponibilidad de nutrientes. En suelos arcillosos, aunque los efectos son también positivos, tienden a ser más moderados debido a que estos suelos ya poseen una alta capacidad de retención hídrica natural.
  • Los estudios recientes muestran que los biochars producidos a temperaturas intermedias, entre 400 y 500 °C, logran un mejor equilibrio entre estabilidad del carbono y capacidad para retener agua. Este rango de producción potencia las propiedades físicas y químicas del biochar, convirtiéndolo en un mejorador de suelos más eficiente.
  • Durante periodos de escasez de agua, el biochar juega un papel crucial al prolongar la disponibilidad hídrica en el suelo. Esta característica reduce el estrés hídrico en las plantas y aumenta la resiliencia de los cultivos, lo que se traduce en una mayor capacidad de recuperación y en rendimientos más estables frente a las variaciones climáticas.

Biochar incrementa la fertilidad y eficiencia de nutrientes

Aunque no se considera un fertilizante en sí mismo, su incorporación al suelo genera efectos notables en la dinámica de nutrientes. Una de sus principales ventajas es el aumento de la capacidad de intercambio catiónico (CEC), lo que le permite retener potasio, calcio y magnesio.

Otro aspecto clave es su papel en la reducción de lixiviación de nitrógeno y fósforo. Gracias a ello, se evitan tanto los costes económicos asociados a la reposición de fertilizantes como los impactos ambientales derivados de la contaminación de aguas subterráneas y superficiales.

Chan et al. (2008, Soil Research) indican en su artículo un ensayo realizado en suelos arenosos en Nueva Gales del Sur, Australia.

  • Al aplicar biochar en dosis de hasta 30 t/ha, se observaron mejoras significativas en la productividad agrícola.
  • En combinación con estiércol o compost, la producción de trigo se incrementó entre un 20 % y un 25 %, resultado directamente relacionado con una mayor retención de nitrógeno y una mejor eficiencia en el uso de nutrientes.

Ejemplo agrícola:

Un productor de maíz que combine biochar con compost puede reducir hasta un 20 % la dosis de fertilizantes químicos, sin sacrificar rendimiento, lo que supone un ahorro económico y una menor dependencia de insumos externos.

Ampliación científica:

Además de mejorar la eficiencia de los nutrientes, el biochar ofrece otros beneficios adicionales:

  • Su estructura porosa permite retener metales pesados como el cadmio (Cd), plomo (Pb) y zinc (Zn), lo que contribuye a una mayor seguridad alimentaria.
  • Al elevar el pH, en suelos ácidos, el biochar optimiza la disponibilidad de nutrientes esenciales, generando condiciones más favorables para el crecimiento de los cultivos.

Regeneración de suelos degradados

El biochar se presenta como una herramienta estratégica para regenerar suelos erosionados, ácidos, contaminados o con bajos niveles de materia orgánica.

Un informe de la FAO y CIFOR (2017), basado en proyectos piloto en África, documentó resultados contundentes en sistemas agrícolas de mandioca:

  • Con aplicaciones de 2 a 4 t/ha de biochar combinado con compost, se logró, en suelos ácidos, elevar el pH en 0,5 unidades, reduciendo la toxicidad del aluminio y creando un entorno más favorable para el desarrollo radicular.
  • El impacto en la productividad fue notable: los rendimientos de mandioca llegaron a triplicarse en apenas dos campañas agrícolas.

Ejemplo agrícola:

En olivares mediterráneos afectados por erosión, la aplicación de biochar junto con compost permitió mejorar la estructura del suelo y aumentar la producción de aceituna en un 20 % en tan solo tres años.

Ampliación científica:

Más allá de la agricultura, el biochar ha demostrado un papel clave en la restauración ambiental y la reforestación. Se ha utilizado con éxito en proyectos destinados a recuperar suelos desertificados, estabilizar dunas y fomentar la biodiversidad vegetal, convirtiéndose en un aliado para la sostenibilidad de ecosistemas degradados.

Reducción de emisiones contaminantes

El biochar no solo actúa como mejorador de suelos y capturador de carbono, sino que también contribuye de manera decisiva a la reducción de gases de efecto invernadero más potentes que el CO₂.

El artículo de Cayuela et al. Scientific Reports (2014), basado en un meta-análisis de más de 300 ensayos demostró:

  • La aplicación de biochar puede reducir las emisiones de óxido nitroso (N₂O) en un 30 % a 50 %. Este efecto se debe principalmente a la mejora en la eficiencia del uso del nitrógeno, evitando tanto pérdidas por emisiones gaseosas como por lixiviación.

Ejemplo agrícola:

En arrozales, donde el metano constituye una de las principales fuentes de gases de efecto invernadero del sector agrícola, el biochar mostró un beneficio adicional: una reducción del 20 % en las emisiones de metano (CH₄), sin comprometer la productividad del cultivo. Este hallazgo es particularmente relevante en regiones de Asia, donde el arroz es un alimento básico y la reducción de emisiones tiene un alto impacto ambiental y social.

Ampliación científica:

La respuesta del biochar no es uniforme y puede variar según la textura del suelo y el régimen de riego.

  • Si se aplica sin un manejo agronómico adecuado, existe el riesgo de que aumenten las emisiones de N₂O. Por ello, su uso debe ir acompañado de prácticas sostenibles que maximicen los beneficios y minimicen posibles efectos adversos.

Biochar estimula la microbiología del suelo

Uno de los aportes más valiosos del biochar es su capacidad para estimular la actividad microbiana. Gracias a su estructura porosa y estable, ofrece un hábitat protegido para comunidades de microorganismos beneficiosos, favoreciendo su proliferación incluso en condiciones de estrés ambiental.

La investigación de Kolton et al. (2011, Applied Soil Ecology) aporta evidencia clara:

  • Los ensayos de laboratorio mostraron que el biochar favorece la proliferación de bacterias promotoras del crecimiento vegetal (PGPR), que estimulan el desarrollo radicular y fortalecen la resistencia de los cultivos.
  • Se observó una mayor colonización de micorrizas arbusculares, fundamentales para mejorar la absorción de nutrientes, en especial fósforo, y aumentar la tolerancia de las plantas al estrés ambiental.
  • El biochar actuó como un hábitat estable que protegió a los microorganismos frente a sequías y fluctuaciones de temperatura, reforzando la resiliencia microbiana.

Ejemplo agrícola:

En cultivos hortícolas bajo invernadero, la incorporación de biochar en sustratos dio lugar a plántulas más vigorosas y resistentes a patógenos radiculares, reduciendo la incidencia de enfermedades y mejorando la productividad.

Ampliación científica:

Diversos estudios han registrado aumentos en la diversidad enzimática del suelo, lo que fortalece los ciclos biogeoquímicos del carbono, nitrógeno y fósforo. Esto consolida al biochar como una herramienta clave para lograr suelos más resilientes y sostenibles a largo plazo.

Versatilidad de aplicaciones agrícolas y ganaderas

El biochar se caracteriza por su adaptabilidad a diferentes contextos productivos, lo que lo convierte en un insumo estratégico más allá del campo abierto.

La International Biochar Initiative (IBI, 2018) recopiló experiencias en Alemania que evidencian esta versatilidad:

  • En ganadería, aplicado en camas de vacuno, el biochar redujo la humedad y los olores, mejorando el bienestar animal. Posteriormente, los residuos absorbidos se reincorporaron al campo como fertilizante orgánico.
  • En cultivos de fresa, el uso de biochar en sustratos aumentó el vigor de las plantas, mejoró la resistencia frente a estrés abiótico y elevó la calidad organoléptica de los frutos.
  • Al añadirse en pilas de compost, el biochar aceleró los procesos de descomposición y contribuyó a incrementar la fracción de carbono estable en el producto final, generando enmiendas de suelo más duraderas.

Ejemplo agrícola:

En granjas lecheras europeas, la incorporación de biochar en camas de ganado permitió no solo mejorar el confort animal, sino también transformar los residuos generados en un recurso agrícola de alto valor, permitiendo cerrar el ciclo de nutrientes.

Ampliación científica:

La investigación avanza hacia nuevas aplicaciones. Una de las más prometedoras es su uso en la alimentación animal, donde se evalúa su capacidad para mejorar la digestión y reducir las emisiones entéricas de metano, contribuyendo a la sostenibilidad de la ganadería.

Uso de Biochar en biofiltros e infiltradores de agua

El biochar se consolida como una solución innovadora para la gestión del agua y el control de la contaminación difusa en agricultura y ganadería, siendo ideal para sistemas de filtración y drenaje.

Gracias a los proyectos de la University of Minnesota (2019) de biofiltros, obtenemos los siguientes resultados:

  • La incorporación de biochar en filtros permitió disminuir entre un 40 % y un 60 % la concentración de nitratos en aguas agrícolas, mitigando el riesgo de contaminación de acuíferos y cursos superficiales.
  • Además de nitrógeno, el biochar mostró capacidad para adsorber fósforo y elementos tóxicos como cadmio o plomo, favoreciendo una mayor calidad del agua.
  • Al prevenir colmataciones, prolongó la vida útil de los sistemas de drenaje y mejoró la eficiencia en la gestión del agua.

Ejemplo agrícola:

En explotaciones porcinas, filtros con biochar instalados en zanjas de infiltración lograron reducir significativamente los olores y la carga contaminante de los efluentes, con un impacto positivo en la calidad del agua subterránea.

Ampliación científica:

Este enfoque abre nuevas líneas de acción para la agricultura sostenible. Actualmente, universidades de Estados Unidos y Europa investigan el uso del biochar como componente clave de biofiltros avanzados, explorando aplicaciones tanto en la purificación de efluentes como en la mitigación de la contaminación difusa en entornos rurales.

Producción, dosis y manejo del Biochar

El biochar se produce a través de la pirólisis de biomasa a temperaturas que oscilan entre 300 y 700 °C. Este rango de fabricación determina en gran medida sus propiedades físicas y químicas, influyendo en su estabilidad, porosidad y aporte de nutrientes.

Factores clave de la producción:

  • Temperaturas altas (≥ 600 °C): generan biochar más estable y con mayor porosidad, ideal para aplicaciones de largo plazo en suelos.
  • Temperaturas bajas (300–400 °C): producen biochar con más nutrientes disponibles y mejor capacidad de retención hídrica.
  • Materia prima: puede elaborarse a partir de residuos agrícolas, forestales o agroindustriales, promoviendo la economía circular.

Dosis recomendada:

Uso Frecuencia Dosis recomendada Forma de aplicación Observaciones
Cultivos extensivos Anual 0,5-2 t/ha al año Incorporado en laboreo, superficial (10-15 cm) Mezclar con estiércol o fertilizante mineral para evitar déficit de Nitrógeno (N)
Cada 2 años 1-3 t/ha Mismo método, fraccionando las dosis Mantener equilibrio con Materia Orgánica (MO)
Hortícolas En cada ciclo 2-6 t/ha por ciclo En caballón o mezclado con el sustrato (5-10 % v/v en mezcla nueva; 2-4 % si repones) Ahorro de agua y control de patógenos
Frutales y viñedos Anual 0,5-1 kg/planta o 1-3 t/ha al año Hoyo, bandas radiculares o en la línea de riego Mejor con compost o estiércol maduro
Cada 2-3 años 1-2 kg/planta o 2-5 t/ha Misma aplicación Potencia arraigo y resistencia
Suelos degradados Escalonado (2-3 años) 5-7 t/ha/año (total: 10-20 t/ha) Laboreo profundo con MO (estiércol, compost) Mejorar estructura y pH sin riesgo de hambre de N
Compostaje Continuo (cada lote) 2-8 % v/v Mezclado en pilas Reduce olores y pérdida de N
Ganadería - camas Renovación frecuente 0,3-1 kg/m2 Esparcido en camas sobre paja/viruta Mejora absorción de humedad y reduce olores
Ganadería - pienso Uso continuo 0,05-0,3 % de la ración Mezclado en el pienso Rumiantes: hasta un 0,3 %

Monogástricos: ≤0,2 %

Infiltradores de agua Reacondicionar cada 2-3 años 10-20 % del volumen Mezclado con arena/grava en biofiltros o drenajes Evitar saturación y mantener permeabilidad

 

Ejemplo agrícola:

Proyectos piloto en Brasil han demostrado que su aplicación puede ser rentable en 7–10 años, con tasas de retorno superiores al 15 %. La viabilidad aumenta cuando se aprovechan residuos locales como materia prima y se integran ingresos derivados de créditos de carbono.

Riesgos y limitaciones

Aunque el biochar ofrece múltiples beneficios, es importante considerar ciertos riesgos y limitaciones para asegurar un uso responsable y eficiente:

  • En suelos ya muy alcalinos, la aplicación excesiva de biochar puede elevar aún más el pH, afectando la disponibilidad de micronutrientes.
  • Aquellos producidos sin control pueden contener metales pesados o contaminantes, comprometiendo la seguridad alimentaria.
  • Aplicar más de lo recomendado puede alterar el equilibrio de la microbiología del suelo y generar efectos no deseados.
  • Algunos efectos positivos, como la regeneración del suelo o el incremento de carbono estable, requieren tiempo y un manejo agronómico adecuado.

Garantía AgroEcology:

Nuestro biochar cuenta con certificaciones oficiales y análisis técnicos que aseguran su seguridad y eficacia en agricultura ecológica, respaldando la confianza del agricultor.

Comparativa con otros mejoradores de suelo

El biochar no actúa de manera aislada: convive con otros mejoradores del suelo que aportan beneficios específicos:

  • Compost: rico en nutrientes de liberación rápida, ideal para fertilización inmediata, pero con baja estabilidad a largo plazo.
  • Humus de lombriz: fomenta la microbiología beneficiosa y mejora la estructura del suelo, aunque su capacidad de captura de carbono es limitada.
  • Leonardita: aporta ácidos húmicos y fúlvicos que mejoran la absorción de nutrientes, pero carece de la estabilidad estructural del biochar.
  • Agro-Zeolita: destacan por su elevada capacidad de intercambio iónico, aunque no aportan beneficios en captura de carbono ni en mejora de la resiliencia climática

El biochar sobresale por su doble función única: regenerar los suelos y capturar carbono durante siglos, combinando ventajas agronómicas y ambientales.

Perspectivas futuras del Biochar

El futuro del biochar se proyecta más allá de la agricultura, con un papel cada vez más relevante en políticas ambientales, mercados emergentes y economía circular:

  • En las políticas de la Unión Europea, el biochar se incluye en estrategias de conservación de suelos y mitigación climática.
  • En los mercados de carbono, crece el interés en certificaciones de secuestro de carbono, abriendo oportunidades de rentabilidad.
  • Permite valorizar residuos agrícolas, forestales y agroindustriales en la economía circular, transformándolos en insumos de alto valor.
  • En la investigación aplicada, se exploran nuevos usos en bioenergía, construcción sostenible, filtración y alimentación animal.

Se estima que el sector global del biochar podría superar los 3000 millones de dólares en 2030, impulsado por su versatilidad y valor como insumo agrícola y ambiental.

Conclusión

El biochar se consolida como un insumo multifuncional y estratégico para la agricultura y la sostenibilidad ambiental, ya que captura carbono durante siglos, mejora la retención de agua y nutrientes, regenera suelos degradados, reduce emisiones contaminantes, potencia la microbiología beneficiosa y ofrece aplicaciones en ganadería, filtración de agua y economía circular.

Su uso no solo incrementa la rentabilidad de los cultivos, sino que también contribuye activamente a la lucha global contra el cambio climático, alineándose con los objetivos de sostenibilidad de la agricultura moderna.